Hoy tropecé con Carlitos, casi sonriente me pareció que venía;
de soslayo me atizbó timidamente a los ojos,
mientras lo miraba con curiosidad y picardía…
Por primera vez pude verle su mirada distraída:
Dos ojos negros que guardan las imágenes de su vida!
En una de sus manos llevaba el palo (…) Su arma;
y, en la otra le faltaba la caja, pero en ella apretaba una vasija vacía…
¡ Qué hombre más extraño ¡ … ¡ Digo en mis adentros todavía!
¡ Ese hombre es un enigma, cómo enigma,
para todos es la vida!
¿Será la muerte caminando para recordarnos su agonía?
…¡Pero, la muerte está joven y no se cansa de andar noche y día!
¡Carlitos no habla y, nada expresa su mirada escondida…
Más dicen sus trajes de antaño,
cual si para ellos no pasasen los días!
¿ Carlitos será un ánima, será la muerte, será la vida?
…¡ La incógnita del mundo se refleja en ese ser
sin tristezas ni alegrías!
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