miércoles, 12 de septiembre de 2007

LA CALUMNIA

¡Nada más vergonzoso que una calumnia, nada más denigrante que una calumnia;

nada más vil que una calumnia!


Nuestros buenos principios morales jamás toleran la grave agresión que se recibe

cuando somos blanco de detestable bajeza.


¡La calumnia como delito, debe ser castigada igual que un crimen y, como pecado;

tildada como el peor del alma!...


Sólo seres enfermos y trastornados, víctimas de ambiciones malsanas o mitómanos,

cometen horripilantes vilezas.


…Han de ser pocos los calumniadores, por lo cual, descubrirlos será facil.

No permitamos que tomen ventaja, por que pasar por desapercibido semejante desafío; es abrirle las puertas a “ Lenguas de fuego” y concederles una verde y fructífera vegetación para que la destruyan y, en breve verla transformada en verdadera maleza…


Por ello, lanzo a gritos un “S.O.S” con la esperanza de que el eco se cristalice en tarea prioritaria de veedores, quienes con su intachable conducta, sean cual “Angeles” y juzguen drásticamente estas grandes agresiones, señalando a “Tales”; antes de que se haga típico lo degradante, en este bello país que tiende prontamente a florecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen pensamiento, felicitaciones.