Parece que el tiempo se hubiese detenido,
y, a la espera de un dulce sabor, sabor amargo,
nos va dando el olvido.
Ilusiones… Ilusiones rotas y marchitas,
como flores que el viento ha raído.
Igual, el alma,
con tenue aletear de mariposa,
va dejando su eco en el etéreo azul,
como el agua entre las piedras de los rios.
Destino sombrío,
que a veces nos aparta la esperanza
y torna el mundo en incógnita, y ¡vacío!...;
que troncha las más caras ilusiones
con daga de doble filo,
y, ¡muerta ya la esperanza,
anda el hombre en extravío!...
FUE PUBLICADO EN EL PERIODICO EL MUNDO DE MEDELLIN
lunes, 16 de julio de 2007
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