martes, 29 de mayo de 2012

"CALAVERA"

¿En qué quedó tu bello cuerpo, calavera?
... Tus lozanas piernas; tu piel morena;
tu negro cabello;
tu dentadura color perla...
¿En qué quedó todo esto, calavera?
...Tus finas caderas; tu vientre duro;
tus ojazos negros; tu sonrisa de seda...
¿En qué quedó todo esto, calavera?
...Tus apetecidos senos, tu caminar garbo,
tu voz dulce...
¿En qué quedó todo esto, calavera?
...Ya no miran tus ojos;
ya no besa tu boca;
ya no abrazan tus brazos...
¡Todo de tí se esfumó!
Ya no eres la que eras, calavera.
... Que besé tus labios;
 que me miré en tus ojos;
que me abracé a tus brazos;
que me interné en tu vientre;
que acaricié tus piernas;
que me embebí en tus senos;
que idolatré tu cuerpo y amé tu alma...
- Tan sólo el recuerdo de ti queda:
¡Impresionante y tétrica calavera!-
... ¡Mañana serás polvo!
... ¡ Mañana, como tú, quedaré!
... ¡Mañana, ni polvo ni calavera seré!
... ¡Mañana, ni polvo ni calavera seremos!:
Un remolino de viento se llevará nuestro espíritu,
y, de esta carne, que sólo vanidad y pecado era,
¡Nada!... ¡Nada quedará, calavera!

Jorge Wilson Mureil M

Poesía publicada en el periódico El Mundo de la ciudad de Medellín, el 2 de julio de 2003

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