Ante diez años entre rejas,
el sistema deliberó...
Jamás tuvieron clemencia:
¡Soy inocente, ... juro por Dios!
¡Culpable! ... Exclamó el magistrado.
Testigos falsos, la evidencia;
a muerte seré sentenciado...
Sordera hubo a mi inocencia.
La noche se muestra oscura,
el pasillo conduce al patíbulo...
¡Color rojizo enseña la luna,
tétrica y fría está la silla!
¿Cual es su último deseo?
...Preguntáronle al reo...
¡Bajo árbol grande y frondoso
enterrad mis míseros despojos!
... Porque fusionar mañana quiero,
en tallo y gajos de frutas (...)
¡ Y sean sus hojas mi cielo,
y sean sus raíces mis delicias!
De negro, el verdugo disfrazado,
los mortales guantes acaricia;
de rodillas ora el sentenciado,
¡el sistema factura su justicia!
Bandadas de palomas blancas
adornaron el grisáceo cielo...
el etéreo recibió su alma:
¡El verdugo dió fín al reo!
¡Los pájaros sobre el follaje
construyen hoy sus nidos,
las hojas son el ropaje
de otro inocente que ha partido!
JORGE WILSON MURIEL MURIEL
Septiembre 5 de 2007
viernes, 19 de octubre de 2012
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